La ubicación costera de Huelva y sus características físicas posibilitaron el establecimiento y desarrollo de importantes culturas de origen autóctono y extranjero.
En la Edad Antigua, el mar sirvió como salida de los recursos de la mina a través de Huelva lo que supuso un atractivo para la instalación en sus tierras de las siguientes civilizaciones: fenicios, griegos, Tartessos, púnicos y romanos.
En la Edades Media y Moderna, la ciudad cede su florecimiento a la vecina de Saltés, ocupando nuevamente un espacio privilegiado de salida al mar. Con el auge de los conocimientos marinos encabezados por los marineros de la provincia en la Modernidad, la capital se erige, por sus lazos con el mar, en protagonista de la gesta del descubrimiento de América en 1492.
La Edad Contemporánea viene marcada por la venta de las Minas de Riotinto a los ingleses, lo que supone un nuevo modo de colonización económica y cultural en la época victoriana. La actual configuración de la ciudad viene marcada por el hecho de la presencia inglesa a finales del siglo XIX.
Por estos argumentos Huelva es y será…. “La Puerta del Atlántico”.