La villa actual surgió en los últimos años del S. XII con el nombre de Encinaenana. Su fundación habría sido debida a vaqueros de Pedroche establecidos en ella desde comienzos de este siglo. El actual nombre de Villanueva de Córdoba surge a finales del S. XV (1499). Parece ser que en algunos momentos se conoce como Villanueva de la Jara por su proximidad a la dehesa del mismo nombre, lo que ha hecho que nuestro gentilicio sea el de “Jarote”.

En 1553, Carlos V, después de los servicios prestados por los habitantes de esta población, le otorgó el título de villa, finalizando así, su dependencia respecto de la villa matriz de Pedroche.

Pasear por Villanueva de Córdoba brinda al visitante la oportunidad de conocer su centenaria historia a través de sus edificios más emblemáticos, entre los que destacan, la iglesia parroquial de San Miguel, la Audiencia, el actual Ayuntamiento, el convento de Cristo Rey, el convento de Las Obreras o las casas señoriales del casco urbano, donde el granito, tan abundante en nuestra tierra, ofrece una arquitectura arquitrabada de gran solidez, dando lugar a una estética de gran belleza; toda esta riqueza patrimonial se puede contemplar a través de la Ruta del Granito.

La Localidad de Villanueva de Córdoba se levanta en mitad de un mar de encinas que conforma el mayor bosque adehesado de toda Europa, constituyendo uno de los recursos turísticos más atractivos para la vista de los que nos visitan.

Todo este patrimonio cultural, natural y etnográfico con el que cuenta Villanueva de Córdoba se complementa con uno de los pilares en los que se fundamenta nuestro destino turístico, la gastronomía, para deleite del paladar de los que nos visitan, contando nuestra localidad con la sede de la Denominación de Origen del Jamón Ibérico de Los Pedroches, y con la celebración de la Feria del Jamón Ibérico de Bellota de Los Pedroches.