Osuna el interés monumental y patrimonial no está en absoluto reñido con el atractivo de sus zonas de paseo y sus lugares de encuentro al aire libre.

La Carrera es considerada el centro neurálgico de la vida ursaonense, la calle más comercial de la localidad.

El contacto con la naturaleza y la tranquilidad están aseguradas en el Paseo de San Arcadio, parque remodelado que dota a Osuna de un enclave ideal para el esparcimiento. Se halla frente a la Plaza de Toros, testigo de las gestas de grandes espadas, y el Arco de la Pastora, que correspondía a la antigua Puerta de Écija, construido a finales del s. XVIII durante el reinado de Carlos IV. Además las bellas calles de Osuna han sido escenario de importantes películas como Callas Forever, de Franco Zefirelli o Carmen de Vicente Aranda.

Después del interesante paseo, el visitante puede degustar platos tradicionales, recetas elaboradas o nuevas creaciones en cualquiera de los bares o restaurantes de la localidad. Estos establecimientos se concentran en plazas, plazuelas y alamedas que sirven de encuentro a jóvenes y mayores. Tal es el caso de la Plaza Mayor, frente al Ayuntamiento, Plaza de la Duquesa, frente al Museo Arqueológico, Plazuela Salitre, Plaza de la Merced o Plaza Cervantes, presidida por el Arco de la Pastora.

LA UNIVERSIDAD

El 10 de Octubre de 1548 el Papa Paulo III promulga la Bula “In Supereminenti Apostolicae Sedis”, por la que se autoriza la erección en la villa de Osuna de un Estudio General, bajo la advocación de la Pura y Limpia Concepción de la Virgen María, a quien el fundador tenía especial devoción.

Por ello en un documento rectoral de 1820 figura que “se denomina Colegio Mayor y Universidad Literaria de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora”. Así pues, el Colegio-Universidad ursaonés fue una institución pontificia y tal vez fuese ello uno de los motivos para que se considerase menor.

La petición de esta autorización partió de don Juan Tellez de Girón, IV conde de Ureña y padre del primer duque de Osuna, que pretendía fundar en la capital de sus estados un Colegio Mayor y una Universidad siguiendo el modelo de Alcalá de Henares, en el que los estudiantes pudiesen obtener grados que tuviesen la misma validez que los de “Bolonia, Salamanca, Alcalá de Henares y otros estudios generales suelen conceder, con los mismos honores y prerrogativas de ellos”.

No llegó la universidad a tener el reconocimiento real, tan sólo el pontificio. En su testamento, el fundador encarecía a su hijo, futuro I Duque de Osuna, a que la obtuviera, pero no hay prueba alguna de que se consiguiera; ello se echa de ver cuando con motivo de un pleito en el Consejo de Castilla se pide la documentación. Sin embargo, aún puede verse a la entrada del edificio, en el muro izquierdo, una enorme y lujosa inscripción que lo proclama. Igual ocurrió con otras universidades menores como la de Almagro; la misma de Sevilla, fundada por el arcediano Fernández de Santaella en 1505, no tuvo dicho reconocimiento hasta 1551 por cesión del ayuntamiento.

El día 8 de diciembre de 1548 se bendijo la capilla del edificio por don Sancho Trujillo, Obispo de Marruecos y canónigo de la Catedral de Sevilla, que fue además primer colegial.

El edificio fue costeado y dotado en exclusiva por el citado conde, cuya familia era una de las más ricas de España. Tuvieron sede en ella quince cátedras mayores en la Universidad y ocho menores en el Colegio, agrupadas en torno a las facultades de Teología, Derecho (Cánones y Leyes), Medicina y Artes.

Fue la de Teología “la más atendida” desde su fundación y la más concurrida. No olvidemos que su objetivo, como la de Alcalá de Cisneros, es formar “los mandos de una Iglesia más digna de Cristo”.

Como el fundador gozaba de muy buenas relaciones con determinadas órdenes religiosas -dominicos, agustinos, franciscanos y carmelitas-, procuró que entre todos ellos se repartieran las cátedras de esta Facultad.

La Facultad de Medicina siempre impartió clases teóricas pues no tenía anfiteatro anatómico. En cierta época fue muy concurrida y por sus aulas pasaron médicos de bastante renombre como Gudiel o Solano de Luque.

La Facultad de Artes, preparatoria a la de Medicina y Teología, funcionó normalmente como fue estructurada, sin más innovación que la cátedra de Matemáticas creada por Felipe II.

 Francisco Maldonado fué su primer rector (1549-1553), de ahí su nombre actual.: “Escuela Universitaria Francisco Maldonado”, y Diego Ramírez el último (1821). En su mismo edificio, debidamente reformado y adaptado a las necesidades de una enseñanza superior moderna, alberga desde 1995 los servicios comunes y los aularios del área jurídico-económica de la Escuela Universitaria de Osuna.

Resistió la universidad de Osuna hasta la reforma de 1807 del ministro Caballero, en que se suprime junto con otras diez universidades menores como la de Baeza. Sus rentas y grados se agregaron a la Universidad de Sevilla.

A pesar de la formal supresión siguió funcionando mal que bien hasta la irrupción de las tropas francesas en 1810, en que el edificio fue ocupado y convertido en cuartel galo. Continuó tras la guerra muy precariamente hasta 1824 en que es definitivamente clausurada.

Tras tantos años sin ejercer como tal, la Escuela Universitaria de Osuna abre de nuevo sus puertas a los estudiantes en el año 1993.

De esta forma son ya trece, los años que lleva nuestra Universidad ofreciendo sus servicios a todo aquel que desee acceder a los mismo. Durante todos estos años se ha avanzado mucho a través de un constante proceso de consolidación, un hecho que ha posibilitado el crecimiento tanto a niveles cualitativos como cuantitativos.

La sede principal de la Universidad, que se encuentra en un majestuoso edificio construido en el siglo XVI, presenta una completa equipación y adaptación a las exigencias de los centros educativos más modernos, alberga en su seno las aulas del área jurídico-económica y los servicios comunes, como Secretaría.

La Escuela Universitaria cuenta también con un edificio anexo, situado a escasos metros de la sede principal, donde se encuentra el aulario de la carrera de enfermería.

Entre la multitud de servicios y ventajas que ofrece la Escuela Universitaria, destacamos:

  • Sistema propio de becas, totalmente compatible con las convocatorias generales.
  • Líneas de transporte subvencionadas hasta en un 50%.
  • Prácticas concertadas con un gran número de empresas y organismos.
  • Clases de apoyo y tutorías personalizadas.
  • Grupos reducidos de alumnos.

La Escuela de Estudios Universitarios “Francisco Maldonado” de Osuna es un centro adscrito a la Universidad de Sevilla.

La actual oferta de estudios que se pueden realizar comprende los Grados en Finanzas y Contabilidad, Grado en Relaciones Laborales y Recursos Humanos, Grado en Enfermería, Grado en Fisioterapia, Grado en Educación Primaria y el Doble Grado en Finanzas y Contabilidad y Relaciones Laborales y Recursos Humanos.

Para más información sobre la Escuela Universitaria de Osuna haga clic en el siguiente enlace: www.euosuna.org

Ermita de San Arcadio

S.XVII. En ella se venera la imagen del Patrón de Osuna, San Arcadio.
Abierta los domingos de 08:00 a 09:00.

En esta ermita se venera la imagen del patrón de Osuna, que procesiona por las calles de la ciudad todos los años el 12 de Enero.

La iglesia fue construida en el siglo XVII y reformada en el siglo XVIII. Su interior es de nave única, cubierta con bóveda de cañón y con una cúpula sobre pechinas en el espacio del crucero.

Los muros laterales llevan pilastras adosadas que sostienen un entablamento adornado con suntuosas yeserías. En las pechinas de la cúpula aparecen, representaciones, con orlas vegetales enmarcando el escudo de la ciudad de Osuna.

En el presbiterio se levanta el retablo mayor, que es obra barroca de ½ del XVIII. Presenta relieves que narran los martirios de varios santos de la ciudad de Osuna. La hornacina central la ocupa San Arcadio, patrón de la localidad.

En los brazos del crucero se disponen dos retablos del 2º ¼ del XVIII, cuyas hornacinas albergan representaciones escultóricas de la Sagrada Familia, en uno, y de Tobías con el Ángel, en otro. En las paredes de ambos brazos del crucero figuran diversas pinturas enmarcadas por buenas molduras barrocas del siglo XVIII.

Por los muros de la iglesia se distribuyen varios lienzos de un apostolado, que datan de ½ del XVII.

En la actualidad se ubica en él un Instituto de Enseñanza Secundaria Obligatoria.

Iglesia de San Agustín

S.XVI-XVII. Antiguo Convento Agustino. Durante verano abierto los sábados de 18:00 a 19:00, y los domingos de 12:00 a 14:00 y en invierno abierto los sábados de 17:30 a 18:30 y los domingos de 12:00 a 14:00.
Entrada gratuita.

Don Juan Téllez Girón, fue también el fundador del Convento de agustinos de Osuna.

Su arquitectura es de las más interesantes, porque constituye en Osuna, el único y clarísimo ejemplo del tipo de iglesia de los jesuitas, hija de la Escuela que iniciara en Roma Vignola al construir la Iglesia de Gesú. La construcción de esta Iglesia se inició a finales del XVI, prolongándose las obras durante el siglo siguiente. La portada principal presenta un arco de medio punto entre columnas adosadas, rematándose con una hornacina.

La iglesia consta de una sola nave con capillas laterales comunicadas entre sí. En el crucero se dispone un casquete semiesférico, profusamente ornamentado con molduras de inspiración vegetal, que descansa sobre pechinas. La bóveda del presbiterio se adorna con yeserías, también serlianas, que pueden fecharse en el 1er 1/3 del XVII. En las embocaduras de las capillas aparecen relieves de estucos con representaciones de santos profetas, mártires, apóstoles y ángeles, que sostienen cartelas con inscripciones extraídas de las letanías

El retablo mayor es la obra cumbre del Barroco escultórico en Osuna. Obra de Jerónimo Balbás, realizada entre 1709 y 1712. Supuso la introducción del estípite en la arquitectura de retablos en nuestra localidad. Esta tradición tendrá continuidad gracias a la labor de Francisco María de Ceiba, quien colaboró con Balbás en la confección de este retablo.

Esta iglesia contiene uno de los mejores conjuntos de imaginería que pueden contemplarse en Osuna: El Cristo de la Vera Cruz, la Virgen de la Expectación de Juan de Remesal, o los dieciochescos San José y el Cristo de la Caña, entre otras obras.

Iglesia de San Carlos El Real

S.XVII. Antiguo Convento Jesuita. Abierto durante el horario de verano de lunes a sábado a las 19:30 y domingos a las 20:00 hasta finalizar los oficios religiosos. Durante el invierno abre de lunes a sábados de 19:00 a 21:00 y los domingos de 19:30 a 21:00.
Entrada gratuita.

Los jesuitas vinieron a la ciudad en el año 1612, instalándose inicialmente en las dependencias del antiguo Hospital de la Encarnación. En poco tiempo, adquieren los inmuebles necesarios para la construcción de su nueva iglesia entre las calles de Maese Diego, Hornillos y Sevilla, en 1615. Tres años más tarde, siguiendo las trazas realizadas por Pedro Sánchez, da comienzo la obra del convento de la Compañía, que se verá transformado por distintas intervenciones en el siglo XVIII.

Los jesuitas fueron exclaustrados por una Pragmática Real dictada en 1767. Cuando se marcharon el convento quedó abandonado y la iglesia, si bien no se perdió, fue despojada de sus obras de mayor interés, encontrándose su retablo mayor en la parroquia de El Saucejo. Todo en conjunto pasó a ser propiedad del Estado –de ahí el sobrenombre de Real- y fue cedido a la Sociedad Económica de Amigos del País de Osuna y, tras su disolución, al Ayuntamiento. Fue empleado como Escuelas de enseñanza primaria y, desde 1989, alberga la Casa de la Cultura.

Su portada dieciochesca no es externa, puesto que se halla en un vestíbulo que daba acceso también al antiguo colegio jesuita. Esta anómala situación vino provocada por el cierre e inclusión en el convento de una callejuela a la que se abría la portada principal. Está construida en mármoles policromos y adornada con estípites.

El interior de la iglesia es de una sola nave, cubierta con bóveda de cañón. En el presbiterio se levanta un retablo barroco del último 1/3 del XVII, dorado en 1674, que procede del derruido convento de San Francisco. Figuran en él las imágenes de la Dolorosa, y de San Antonio de Padua, en las calles laterales, mientras que la central está ocupada por una escultura de San Carlos Borromeo, titular de la Iglesia.

Iglesia Santa Clara

S.XVI. Actualmente no ejerce culto. Cerrado al público.

Este convento fue fundado por la esposa del IV Conde de Ureña, doña María de la Cueva.

La fecha de esta fundación es 1550, el convento se situó en un principio en la zona sur de la población, pero el sitio no parecía el más idóneo para las religiosas que en 1559, lo intercambian con el IV Conde de Ureña, por una huerta, sitio cerca, agua y caño que lindaba con las casas del propio monasterio, así como con los molinos de la cuadra y bodega y otras casas de vecinos, en la calle de la Huerta, bienes que fueron tasados en igualdad.

La iglesia es de una sola nave con una capilla, la mayor; los altares se acogen a ambos muros laterales. Su retablo mayor es barroco y estuvo presidido por una buena talla de Santa Clara, que hoy se localiza en la Colegiata.

También dejaron las clarisas un púlpito que es de los más pesados pero magnifica obra de detenida y policromada decoración.

Iglesia del Convento de la Concepción

S. XVI y XVII. Orden de las Concepcionistas Franciscanas. Solo se visita la Iglesia. Abierto de lunes a sábado a las 07:30 h y domingo a las 09:00 h. y por las tardes a las 18:30 hasta finalizar los oficios religiosos.
Entrada gratuita.

Pertenece esta iglesia al convento del mismo nombre, cuya construcción se inició en el siglo XVI y se continuó durante el XVII, aunque una serie de reformas se llevaron a cabo en el siglo XVIII.

Fue fundado por la beata Beatriz Silva para las concepcionistas franciscanas.

La pesada horizontalidad de la fachada casi ciega de un extremo a otro, se rompe para permitir una espadaña construida de ladrillo de 2 cuerpos y cuyas campanas son las más sonoras de la ciudad.

Su estructura corresponde al modelo conventual, con una sola nave, una de las más altas de Osuna, cubierta con bóveda de cañón y capilla mayor con un artesonado de madera decorado con motivos de lacería.

El retablo mayor se contrata en 1717 con Francisco María de Ceiba. Organizado con potentes estípites, presenta esculturas de la misma fecha que representan a San José, San Miguel, San Francisco y Santa Beatriz de Silva, esta última moderna. En la hornacina central aparece la Virgen con el Niño y en el ático San Joaquín, Santa Ana y la Coronación de la Virgen.

Iglesia del Convento de San Pedro

S. XVI. Lo ocupa actualmente las religiosas Carmelitas Descalzas. Abierto de lunes a sábado a las 08:30 h y domingos a las 10:00 h y por las tardes a las 18:00 hasta finalizar los cultos religiosos.
Entrada gratuita.

La iglesia de San Pedro fue fundada por Don Pedro Téllez Girón para que fuese lugar de enterramiento de sus criados, según cuenta la tradición. Muerto ya el IV Conde de Ureña, vendrían a ella las religiosas Carmelitas Descalzas que hoy la ocupan.

Las monjas carmelitas ya estaban en Osuna antes de la fundación de este convento, pues ocupaban un convento que existió cerca de la Iglesia de San Juan de Dios, bajo la advocación de Santa Isabel, fundado por Isabel Méndez de Sotomayor. En 1564, deciden trasladar el convento y abandonar la zona intramuros, por el abandono e incomodidad que suponía el emplazamiento. Desde 1575 se encuentran en su nuevo monasterio, en la Plaza de San Pedro.

Es interesante saber que fue la primera fundación del 1er Duque de Osuna (hijo de Don Juan Téllez Girón), fundación que realizó junto con su madre Doña María de la Cueva.

Su estructura responde al modelo conventual de una sola nave cubierta con bóveda de cañón con lunetas, mientras que la capilla mayor se cubre con bóveda de aristas.

Iglesia del Convento Santa Catalina

S.XVI-XVII. Actualmente no ejerce culto. Cerrado al público.

El convento de dominicas de Santa Catalina Mártir, tuvo su fundación el día 8 de Mayo de 1558 a petición de Don Juan Téllez Girón el cual muere al día siguiente.

Muy horizontal, con la fachada prácticamente ciega. Cuenta con dos portadas, como era usual en los conventos de religiosas. La principal es de ladrillo, finalizada en 1664, y alberga en la hornacina que rompe el frontón una imagen de Santa Catalina junto a la rueda del martirio.

Su iglesia se construyó durante el siglo XVII, aunque la estructura fue transformada en el siglo XVIII. Su única nave se cubre con bóveda de cañón y la capilla mayor con bóveda semiesférica sobre pechinas. El retablo mayor es barroco, obra contratada con el tallista Juan Guerra en 1765. En él se despliegan las esculturas de San Miguel y la Imposición de la casulla a San Ildefonso, en las calles laterales y en el centro la de Santa Catalina. En el ático figuran esculturas de San Francisco y Santo Domingo enmarcando a un Crucificado. Los muros de la iglesia aparecen revestidos por seis retablos barrocos del XVIII. A los pies de la nave se dispone el coro, en el que destacaba su originalísima sillería. La sacristía de la iglesia, se encuentra frente a la puerta de la entrada y aparece revestida por un zócalo de azulejos del siglo XVIII, del mismo tipo que los del monasterio de la Encarnación, presentando escenas de montería y tauromaquia.

Iglesia del Convento del Carmen

S.XVI. Actual convento de los Padres Carmelitas. Abierto de lunes a domingo a las 19:45 y los domingos a partir de las 12:30 hasta finalizar los oficios religiosos.
Entrada gratuita.

En 1606 el convento, donado por Don Juan Téllez Girón, es ocupado por la Orden Carmelita. La construcción de esta iglesia se debió iniciar a principios del XVI, ya que en su inacabada cabecera se hallan elementos góticos y renacentistas. Posteriormente, en el siglo XVIII, se reforman las naves y la portada. El interior del templo presenta tres naves montadas sobre pilares y cubierta con bóveda de cañón.

En el presbiterio se sitúa uno de los retablos más importantes del Renacimiento sevillano. Fechable entorno a 1588-1590, está compuesto de tres cuerpos, tres calles y cuatro intercolumnios. Las labores de arquitectura y tallas se atribuyen a Juan de Oviedo el Viejo y Diego de Velasco, destacando poderosamente el relieve del Noli me tangere. El camarín es un añadido posterior.

En el coro de la iglesia se conserva una interesante sillería procedente del convento de carmelitas calzados de Ecija que puede fecharse a fines del siglo XVII. Tiene un total de 22 asientos, en cuyos respaldos aparecen representaciones pictóricas de santos carmelitas identificables por los rótulos que figuran en ellos.

Iglesia del Convento del Espiritu Santo

Antiguo convento de los Canónigos del Espíritu Santo. Su culto está atendido actualmente por las Hermanas de la Cruz en un convento reconstruido en el S.XVIII. Abierto todos los días a las 08:00 h hasta finalizar los cultos religiosos. Entrada gratuita.

Se tienen noticias del establecimiento del Espíritu Santo desde pocos años después de mediar el siglo XVI. Habitado por la congregación de canónigos, estos se encargaron del mantenimiento de la Casa de Expósitos hasta su exclaustración en el siglo XIX. Su culto está atendido desde 1939 por las Hermanas de la Cruz.

El convento ha sufrido significativas modificaciones a lo largo de su dilatada trayectoria, cambiando su inicial emplazamiento, en el Camino de Sevilla, a su actual ubicación. Las obras del nuevo convento se ejecutaron entre 1595 y 1616. La fisonomía que presenta hoy es producto de una profunda reforma realizada en la segunda mitad del siglo XVIII. Su interior presenta una sola nave, cubierta con bóveda semiesférica sobre la capilla mayor, donde se colocó el retablo mayor, de gusto rococó, que realizó en 1772 el antequerano Antonio Palomo. Por las mismas fechas, se construyó el llamativo camarín que albergaba la Virgen de Guía. Al exterior, y a los pies, se levanta una torre de tres cuerpos cubierta con un chapitel piramidal.

Iglesia de la Merced

S. XVII-XVIII. Actualmente es la Sede de la Escuela de Economía Social (FAECTA). Su Iglesia no tiene culto. Cerrado al público.

La iglesia de la Merced, en su actual ubicación, se construyó en el año 1650, aunque sufrió una profunda remodelación en la segunda mitad del siglo XVIII. Los frailes llegaron a Osuna en 1609 y se instalaron inicialmente en la ermita de Santa Ana, localizada en las afueras de la ciudad. Tras dos intentos fallidos, en 1637, consiguieron erigir su nuevo monasterio en el espacio que hoy ocupa.

Las noticias más concretas que de esta iglesia tenemos son del siglo XVIII, en el que se verificaron en ella importantes obras. Fue artífice de la costosa empresa el Vicario General de la Orden, Fray Miguel Ramón de San José, natural de Osuna. A él se debe la reconstrucción de la Iglesia, su magnífica portada de piedra, la erección de la torre, la solería de mármol de Génova del templo y sus retablos. Las obras se realizaron entre 1768 y 1775, bajo la dirección de Antonio Ruiz Florindo, que edificó también la casa del Cabildo Colegial en la Calle San Pedro.

En las dependencias anejas a la iglesia habitaron los frailes hasta la exclaustración, acaecida en el siglo XIX. Más tarde, ya en el siglo XX, el recinto fue dedicado a hospital.

La Iglesia es de una sola nave, con capillas a ambos lados. El retablo mayor, de 1716, obra de Francisco María de Ceiba, fue trasladado a la Capilla de los Marineros de Sevilla.

Al final de la nave, muy en alto, se alza el coro, cuyas celosías le prestan especial recato. Se encuentra instalado en él una buena sillería de madera con los escudos tallados de la Orden.

La torre constituye una pieza excepcional en la ciudad monumental. Hecha de piedra y sillar, ágil y hermosamente labrada, su presencia es magnífica.

La belleza de la torre se ve acrecentada al formar con la portada de la Iglesia un rincón de arte único.

Parroquía de Nta. Sra. de la Asunción. Iglesia de Santo Domingo

S. XVI. Reconstruida en los siglos XVII y XVIII. Actualmente cerrada al culto por restauración.

En 1531, el IV Conde de Ureña entrega la antigua ermita de San Sebastián y el hospital anejo a los frailes de la Orden de Predicadores para que fundaran su convento. Parece ser que el Conde hizo constar que la ermita no fuese demolida sino absorbida por la nueva Iglesia.

Su erección definitiva fue el 7 de Marzo de 1547. Aunque se construyó en el siglo XVI, en los siglos XVII y XVIII se realizaron algunas reformas.
Presenta dos fachadas.
El interior es de una sola nave, cubierta con bóveda de cañón que sustituye a un artesonado mudéjar desaparecido.

El presbiterio se levanta ligeramente por encima de la nave y está cubierto con bóveda de crucería. A ambos lados de la capilla mayor se abren sendas capillas laterales, cubiertas con cúpulas sobre pechinas.

El retablo mayor, compuesto por banco, dos cuerpos de cinco calles reparadas por columnas corintias y ático, fue contratado por Diego de Velasco y Jerónimo Hernández en 1582. Está presidido por una escultura de Santo Domingo penitente.

Son de mucho interés los dos retablos con tablas de Antonio de Alfián, contratados en 1564. De ellos, el de la Virgen de Belén conserva la labor escultórica que realizara Lorenzo Meléndez.

En el coro se conserva una sillería de 27 asientos con los respaldos decorados con relieves de Santos Dominicos, fechable en el siglo XVII. Al siglo XVIII corresponde el órgano.

Parroquia Ntra. Sra. de Consolación

S. XVI y reformada en los S. XVII y XVIII. Alberga imagen de la Patrona de Osuna, la Virgen de Consolación. Abierto de Lunes a Sábado a partir de las 11:30, el domingo a partir de las 10:30 y todas las tardes a partir de las 18:00 hasta finalizar los cultos religiosos.
Entrada gratuita.

Originariamente perteneció a la Orden Tercera de San Francisco, siendo actualmente Parroquia.

La construcción de la iglesia fue realizada en el siglo XVI, observándose en ella reformas barrocas que se efectuaron en los siglos XVII y XVIII. Su interior es de tres naves separadas por pilares y cubiertas de cañón, mientras que la capilla mayor presenta una bóveda semiesférica que descansa sobre pechinas. En principio la iglesia se debió planear con un tramo más, como prueban las columnas semiocultas por el muro que cierra la iglesia por los pies.

En el presbiterio se levanta un retablo mayor, con columnas salomónicas, obra finalizada en 1702 por Pedro García de Acuña, realizado originariamente para el convento de El Calvario. La hornacina central flanqueada por estípites, elementos que se repiten en el ático. El retablo está presidido por una imagen de vestir de la Virgen de Consolación, patrona de la localidad y que sale en procesión el 8 de Septiembre.

En la nave izquierda, y a los pies, se sitúa la capilla sacramental, cuya bóveda se adorna con yeserías del XVII.

Parroquia de Ntra. Sra. de la Victoria

S.XVI. Reformas en los siglos XVII y XVIII. Antiguo Convento de los Mínimos de San Francisco de Paula. Abierto de lunes a domingo a las 18:30 y los domingos a partir de las 11:00 hasta finalizar los cultos religiosos.

Primitivamente fue la iglesia del Convento de los Mínimos de San Francisco de Paula, siendo actualmente Parroquia de Nuestra Señora de la Victoria.
El edificio, que fue fundado en 1549, tuvo una primera ubicación en las afueras de la villa, en las Canteras, al final de la calle Cañada. Tras las conclusiones del Concilio de Trento, los conventos se mudan a los recintos urbanos, Los mínimos labran un nuevo edificio a comienzos del siglo XVII, que sufre importantes reformas en el XVIII. A los pies de la iglesia se halla una portada con arco de medio punto con una hornacina en la parte superior en la que se alberga una escultura de la Virgen de la Victoria que también preside el altar mayor (S.XVIII).
El interior de la iglesia es de una sola nave con capillas entre contrafuertes, cubierta con bóveda de cañón y decorada con yeserías de motivos serlianos. En el crucero se levanta una bóveda de media naranja que descansa sobre pechinas.

En el interior del templo encontramos obras maestras de la imaginería.

La magnífica talla completa de la Virgen de los Dolores, que realizara el granadino José de Mora, Nuestro Padre Jesús Nazareno, obra atribuida al taller de los Roldán y la Virgen de las Angustias.

La Colegiata

Insigne Iglesia Colegial de Nuestra Señora de la Asunción, un imponente conjunto arquitectónico que constituye el mayor atractivo de la ciudad.

– Epoca : (s. XVI)
– Elementos Destacados : Los cuadros de José de Ribera
– Teléfono del contacto : 954 81 04 44
– Dirección del contacto : Plaza de la Encarnación, s/n

Fue fundada en el año 1535 por D. Juan Téllez Girón, IV Conde de Ureña, al conseguir una bula papal para que la que ya era Parroquia fuera al mismo tiempo Colegiata. El templo se construyó en el lugar que ocupó la Iglesia del Castillo, totalmente destruida por un incendio.

El exterior del templo sorprende por su severidad, La iglesia está construida con el sillar extraído de las canteras de Osuna.

En la fachada principal cuatro contrafuertes cuadrangulares se alzan como elementos principales de su bella portada. En el lateral izquierdo, se levanta la torre, obra realizada a partir de 1914,y que aún se encuentra inacabada.

Tres puertas dan acceso a la Colegiata. Existen otras dos que se encuentran cegadas desde el siglo XVIII, las coincidentes con los pies de las naves laterales. La Puerta de la Cuesta, se abre frente al Monasterio de la Encarnación y permite la entrada directa a la nave del Evangelio. La que comunica con la nave de la Epístola es la llamada Puerta del Sol.

Se puede acceder al interior de la Colegiata a través del pequeño Patio del Panteón de los Duques de Osuna o Santo Sepulcro, que fue construido entre 1544 y 1555, y que es una de las muestras más bellas del Renacimiento español. Sobre columnas de piedra están labrados dos claustros, cuyos arcos escarzanos se apoyan en grandes ábacos decorados con grutescos. En el piso bajo, los arcos aparecen separados por pilastras jónicas de inspiración plateresca. En los paramentos se conservan pinturas del siglo XVI, con la Santa Cena como motivo central, cuya restauración está prevista para su realización.

Pasado el patio, se accede a la Sacristía del Panteón, pequeño recinto elegantemente realizado con decoración plateresca y cubierto con un artesonado policromado en verde y oro. De la sacristía se accede a la Capilla de la Virgen de la Granada, obra atribuida a Guillén Ferrant, pieza excepcional del siglo XVI.

Los Panteones están construidos debajo de la Colegiata y de la Capilla del Santo Sepulcro. Constan de varias salas o capillas, llamadas de San Marcos, Nuestra Señora del Reposo o Belén, Galería y Capilla del Calvario o De Profundis.

A través de una magnífica portada de estilo plateresco pasamos del Panteón a la Iglesia Colegiata. Lo primero que vemos es la Capilla de la Inmaculada, cuyo principal ornato es un altar del Cristo de la Misericordia, que alberga una magnífica talla de Cristo en la Cruz, obra de Juan de Mesa, realizada en 1623. El retablo que preside la capilla está dedicado a la Inmaculada Concepción.

De la Capilla de la Inmaculada se accede al interior de la iglesia, que es de planta rectangular con tres naves y nueve capillas, Mayor, Sagrario, Virgen de la Antigua, Ánimas, San Pedro, Virgen de los Reyes, Bautismal y de Santa Ana. Contienen magníficos retablos, imágenes y cuadros de destacados artistas.

Se accede al Museo a través de una puerta, también de estilo plateresco, realizada a mediados del siglo XVI. Sus dependencias son la antigua sacristía y las salas que tenían adjuntas.

Conserva en el interior de sus cuatro salas obras de gran relevancia, como cuadros y ornamentos realizados por importantes artistas de los siglos XVI al XIX.

Entre los cuadros destacan San Jerónimo y el Ángel del Juicio, Martirio de San Sebastián y Martirio de San Bartolomé, todos ellos realizados por José de Ribera “el Españoleto” en el siglo XVII.

Uno de los Duques de Osuna fue protector de Zurbarán y sus discípulos, por lo que algunos cuadros de este grupo de artistas pueden ser visitados en el interior de la Colegiata.

Horario: De martes a domingo
Invierno: (de Octubre a Abril)
– 10.00 h. – 13.30 h.
– 15.30 h. – 18.30 h.
Verano: (de Mayo a Septiembre)
– 10.00 h. – 13.30 h.
– 16.00 h. – 19.00 h.
Domingos de Julio y Agosto cerrado tardes

Precio: 2 Euros

Convento de San Francisco. Plaza de Abastos

Actual Plaza de Abastos. Del antiguo convento solo se conserva el claustro. Abierto de lunes a sábado. Entrada gratuita.

El convento de Madre de Dios de Osuna, la primera de las fundaciones realizadas sobre el ámbito señorial de la Casa de Osuna en Andalucía, no corresponde a la actividad fundacional de los Condes de Ureña.

En 1504, Inés Chirino, viuda del alcaide Luís Pernía, vecino de la villa de Osuna, hizo donación a la iglesia de la Madre de Dios, la cual estaba inserta en las casas donde hacia su morada los religiosos de la Orden de San Francisco, para que fundasen conventos. Da para esto, poder cumplido el II Conde de Ureña para que pudiese entrar a los religiosos, constituyéndose en patrono suyo al efecto. Pero no será hasta 1531 cuando Don Juan Téllez Girón, IV Conde de Ureña, confirme la posesión y se erija la casa, en Monasterio de frailes franciscanos.

En 1551 era una de las primeras Casas de Estudio de la provincia y una de las más principales debido a la existencia de la Universidad de Osuna y al amparo de los Duques.

En 1943 se derrumba este edificio, pero afortunadamente se salvo el retablo mayor, que fue adquirido posteriormente, en 1945, por los franciscanos de San Buenaventura de Sevilla, que tras una larga restauración conservan aún en su iglesia.

Es actualmente el emplazamiento del Mercado de abastos, conservándose únicamente el claustro, que es donde se disponen los diferentes puestos. Las esculturas, enseres y cofradías de San Francisco se hallan repartidos por las distintas iglesias de Osuna.

Ermita de Santa Ana

En la actualidad cerrada al público. No se visita.

La fundación del que fue Monasterio de Santa Ana se debe a Doña María de la Cueva, esposa del cuarto Conde de Ureña, que lo mandó construir para las monjas clarisas. Consecuencia de lo despoblado de este lugar fue el que las monjas lo abandonaran para pasar después, como queda dicho cuando hablamos del antiguo Convento de las Clarisas, al convento de la calle de La Huerta. Poco más tarde fueron a Santa Ana los mercedarios, que estuvieron aquí hasta que se construyó el Convento de la Merced, en la plaza del mismo nombre. El Monasterio de Santa Ana queda abandonado y en ruinas, hasta que D. Luís de Figueroa emprendió la tarea de su reconstrucción, dejando reducida la iglesia y convento a la actual ermita.

En el año 1.746 hizo su entrada la imagen de Santa Ana, que hoy preside la capilla.

En la actualidad esta ermita, es panteón del Conde de Puertohermoso. La tumba del centro guarda los restos del sacerdote D. Luís de Soto Torres-Lineros, protector de la Colegiata.